31 de enero de 2011

Strudel de pollo

detalle strudel


Strudel en alemán significa “remolino”, aunque parece ser que es de origen austriaco, y entre ellos quizás el más conocido sea el apfelstrudel, elaborado en su mayor parte con manzanas y es uno de esos dulces que me gustan especialmente. Pero este strudel de hoy no es dulce, bueno, un poco si, pero no se encuentra dentro de esa línea.

A primeros de enero venían unos amigos a merendar a casa, Espe, Tania, Carlos y Jesús. Como es natural quería quedar bien pero no quería tener que estar cocinando mientras ellos estaban en el salón, simplemente porque lo que me apetecía era charlar y pasar un buen rato juntos, y así fue toda la tarde y algo de la noche. Por eso mismo, y teniendo en cuenta que estaba de vacaciones, me dio tiempo a prepararlo todo antes de que llegaran, y entre otras cosillas estaba este strudel.

Tenía pechuga de pollo asada, porque en casa la que más pollo come soy yo pero la pechuga por si sola soy incapaz de comerla, me resulta tan sosa que se me hace como una bola que no soy capaz de tragar, es por eso que siempre me sobra y la suelo guarda para hacer algo con ella, ya sea ensalada o cualquier relleno, como en este caso, pero busqué algún otro ingrediente que pudiera o pudiese enriquecer este plato además de hacer compañía a la triste pechuga.

Más ingredientes:

10 ó 12 láminas de pasta filo
1 ó 2 pechugas de pollo (en este caso asadas)
2 chalotas
1 pimiento verde
1 cebolla morada
1 cebolleta
Tomillo
Jengibre fresco u una cucharita en polvo.
Piñones
Pasas (remojar en agua unas horas)
Una cucharada de salsa de soja
130ml de nata líquida
Mantequilla


algunos ingredientes


Con el pimiento, las chalotas y las cebollas, todo bien picado, preparo un sofrito al que añado las hojitas del tomillo fresco. Mientras tuesto un poco los piñones.

Troceo el pollo y lo junto con los piñones y las pasas escurridas, lo incorporo al sofrito junto con el jengibre rallado. Sin retirar la sartén del fuego le añado la nata líquida y dejo que se amalgamen bien los sabores tan solo un par de minutos. Lo retiro del fuego y lo dejo enfriar.


la mezcla de pechuga piñones pasas dejar enfriar

Ahora pongo las láminas de filo sobre un paño sobre una superficie lisa y cada 2 láminas las voy pincelando con mantequilla derretida, con cuidado para que no se rompan y se descoloquen lo menos posible. Yo primero las doblo a la mitad como si tuviera un libro entre manos, de forma que primero pincelo las “páginas” de la izquierda” y después de leídas paso a las de la derecha.


extender


Sobre ellas extiendo el relleno casi hasta los bordes y voy enrollando con cuidado para que ni se rompa ni se salga el relleno ayudándome con el trapo hasta el final.


enrollar


Lo pongo en una plancha de horno y pincelo toda la superficie con mantequilla, un poco de azúcar glas y una pizca de canela.

Lo meto al horno a 180º y lo dejo hasta que esté doradito.


el strudel en la mesa


Esta vez las fotos son del strudel en la fuente donde pasó a la mesa, no hay plato de presentación ya que cada uno se fue sirviendo lo que más le apetecía, pero puedo deciros que estaba francamente rico y que disfrutamos de la merienda, además de pasar unas horas estupendas.

Como siempre espero que a vosotros también os guste.

22 de enero de 2011

Croqueta de morcilla en tempura

detalle de Croquetita de morcilla atempurada

Croqueta de morcilla en tempura

Pincho, aperitivo, tapa, entrada, tentempié, piscolabis, cualquiera de estos adjetivos define perfectamente a que nos referimos cuando se habla de este tipo de comida, porque al fin y al cabo, eso es, comida, y vaya bocado más exquisito en tantas ocasiones.

No sería la primera vez que he preferido hacer de mi comida un festival de pequeños bocados dignos del más exigente comensal, es más, en casa practicamos este sistema cuando tengo tiempo de entretenerme, evidentemente hablo de los fines de semana. Precisamente este ha sido uno de ellos.

Mi cabeza, quizás por deformación profesional, está siempre pensando e imaginando. Y no siempre en encuadres, maquetas, colores, tipografías, etc., también lo hace mezclando sabores, olores, texturas, en definitiva, comida.

Así surgió este bocadito, porque eso es tan solo, una “croquetilla de morcilla atempurada” que después de degustar el resultado final y ver escrito en una de mis notas de colores que tan solo quedan unos días para I concurso de aperitivos de Sonia, aquí estoy, deprisa, deprisa, para llegar a tiempo.

Intentando recordar todos los ingredientes.

Para la galleta:

25g de nueces
25g de azúcar
5g de jengibre fresco (o ½ cucharita de café si es en polvo)


nueces y azucar


Las nueces junto con los demás ingredientes las machaco sin piedad en el mortero y paso la mezcla a una sartén. Dejo que se caramelice el azúcar y llegado ese momento lo vuelco sobre un papel de horno, pongo otro trozo encima y con un rodillo lo aliso para dejarlo como una galleta plana. Dejo enfriar y la corto en cuadraditos de unos 3 x 3cm.


masa galleta galletas cuadradas


La croquetita:

½ morcilla de arroz
½ pera
Mantequilla
Piñones (que tuesto y reservo)
Membrillo, unos 50g


ingredientes croquetitas


En una sartén con un poquito de aceite pongo la morcilla, a la que previamente le he quitado el pellejo. La rehogo un poco y añado el membrillo picado en cubos y mezclo. Reservo.


membrillo y morcilla freir la manzana


La pera pelada y cortada en cubos pequeños la salteo con la mantequilla y la añado a la morcilla. Después de amalgamar lo mejor que puedo y procurando que no se deshagan demasiado los ingredientes, añado los piñones e intento incorporarlos como puedo, tarea nada sencilla, los muy cobardes se me escapaban por todos los lados, y otra cosa no seré pero cabezona…


piñones pera y morcilla croquetitas de morcilla


Ahora con dos cucharitas de café voy haciendo pequeñas croquetitas que guardo en el congelador como una hora, no es necesario que estén completamente congeladas, lo único que intenté era que no se me desmoronaran dentro de la pasta de tempura, lugar por donde pasan para freírlas en aceite bien caliente.


croquetita de morcilla en tempura croquetitas en tempura

Croqueta de morcilla en tempura

Superado este trámite dejo que escurran lo justo sobre papel de cocina, lo cierto es que la fritura es tan rápida que casi no tienen exceso de aceite.

La presentación final es fácil, galleta de nuez, sobre ella una pizca de lemon curd, sobre esta rica crema una croquetita y por último un ligerísimo toque de reducción de Pedro Ximénez y ya está, listo para tomar.


Emplatado de Croquetita de morcilla atempurada


Como siempre, espero que os guste y ¡Dios, acabo de ver que ya van casi por 200 aperitivos entregados!

16 de enero de 2011

Manzanas al franchipán

franchipan


franchipán.

1. m. Cuba. Pequeño árbol de hojas grandes lanceoladas y vistosas flores que segrega un látex transparente. Crece en sabanas pedregosas, costas secas y sierras, y como ornamental en jardines y parques.

Hasta aquí, perfecto. Pero lo que yo esperaba encontrar al entrar en la RAE para buscar esta curiosa palabra era algo completamente diferente, es más, también he buscado en el Larousse gastronomique, pero tampoco he encontrado una definición que tenga nada que ver con este dulce.

En Internet sí que he encontrado varias recetas sobre la ”crema de franchipán” que se elabora con mantequilla, azúcar, almendras, huevos, ron y crema pastelera. Huelga decir que el postre de hoy nada tiene que ver con esta crema, es más, mi único interés en comprobar el origen de la palabrita era mera curiosidad personal.

Lo que sí es del todo cierto es que yo necesitaba hacer un postre fácil y rápido, como siempre, con los ingrediente que había por casa, miré en mi “álbum de recetas” buscando algo sencillo y encontré estas manzanas al franchipán. Después de leerla me pareció de lo más sugerente y me puse manos a la obra.

Si te gustan las tartas con manzanas tanto como a mí, esta hay que probarla. La receta dice que se puede tomar, también, templada, pero aquí se comió a temperatura ambiente y nadie le hizo ascos.

Los ingredientes:

4 manzanas reineta
El zumo de un limón
Mantequilla (para untar la fuente)
Pasas, pistachos y frutas confitadas (al gusto)
2 cucharadas de azúcar

Para la crema

2 huevos
4 cucharadas de azúcar
2 cucharadas de almendra molida
2 cucharadas de mantequilla

Lo primero, dejar las pasas hidratándose en agua o en algún licor, estas de hoy en un poco de vino de Oporto, lo justo para cubrirlas.

Las manzanas, después de peladas y cortadas en 8 gajos similares, se colocan haciendo escalera en una fuente de horno que ya estará bien cubierta de mantequilla.

las manzanas y su azúcar

El horno ya lo tenía encendido y caliente a 180º. Pongo la fuente de las manzanas dentro y dejo que se hagan las manzanas hasta que estén prácticamente cocidas. Mientras, preparo la crema que cubrirá las manzanas.

los huevos y las almendras

Bato los huevos con el azúcar hasta que esté muy cremoso, como si fuera a preparar un bizcocho. Incorporo la mantequilla fundida y la almendra molida y mezclo.

las frutas

Por encima de las manzanas, que ya han pasado por su primera etapa de cocción, extiendo las frutas bien picadas junto con las pasas bien escurridas del licor.

cubrir con la crema

Por encima la crema bien repartida y otra vez al horno, misma temperatura y aproximadamente unos 15 ó 20 minutos. No debe cocerse demasiado o quedaría la crema excesivamente seca y no interesa, ya que la textura debe ser cremosa, y lo es.

recien cocido cocido

Se toma caliente o templado, aunque en esta casa ya sabéis que se tomó a temperatura ambiente y estaba...¡Vaya como estaba!
servir el franchipan

También se puede acompañar con nata líquida o espesa, mi opinión es que no necesita ayudas, su delicado sabor a manzana es más que suficiente.

9 de enero de 2011

Pan gallego y roscón

Tosta de salmón en pan gallego


El sábado conocí personalmente al que fue mi amigo invisible, audaciosus. En aquel momento de la invisibilidad me había prometido un pan hecho por él, pan que en su momento me preguntó si tenía alguna preferencia y claro, como no voy a tenerla, un pan gallego, faltaría más ¡Ha cumplido su promesa! Tengo (tenía) mi pan gallego.

pan gallego

También os diré que mi pan no estaba solo, venía acompañado por un rico roscón de reyes del que ya hemos dado buena cuenta. Y por supuesto tenía sorpresa.

¡Una moneda de oro!


roscón de reyes

Por eso esta entrada de hoy me sirve para contaros que a veces una rica comida no necesita grandes ingredientes, basta con que uno de ellos sea estupendo.

Tenía prevista la comida del sábado, salmón fresco, un pescado que no me atraía demasiado, ni por sabor ni por su grasa hasta que en un restaurante oriental, al que vamos alguna vez que otra, vi que lo servían en crudo, hecho finísimos filetes, completamente limpios, ni una espina, ni una escama, nada que no fuera comestible. El caso es que tú te pones en el plato los que quieras y ellos los pasan por una plancha dejándolos siempre en su punto exacto de cocción. Desde entonces lo compro de vez en cuando e intento prepararlo de forma similar. Tengo suerte, he de decir que me queda bastante parecido.

Por eso, al ver el pan pensé, que mejor forma de presentar el salmón, y he aquí el resultado, sencillo, limpio y rico, pero que muy rico.

Rebanada de pan, lomo de salmón sobre un poco de mahonesa con eneldo fresco y por encima un poco de una rica salsa teriyaki, según he leído por la internes “dulce salsa japonesa hecha con salsa de soja, sake, vino blanco dulce y azúcar”.

No se si fue el pan (seguramente) o la salsa, o la mezcla de todo pero el resultado fue ¡Delicioso!

Tosta de salmón en pan gallego

audaciosus, no ha habido tiempo de comprobar cuantos días podía aguanta comestible tu pan, pero no importa, ha sido estupendo poder disfrutarlo.

¡MIL GRACIAS!

2 de enero de 2011

Patatas con sobrasada, queso y membrillo

Patatas con sobrasada, queso y membrillo


Tanto Javi como Aurora me han traído más de una vez membrillos. Los dos saben cuanto se lo agradezco, por eso no me voy a extender en agradecimientos, ya lo saben.

El caso es que esta vez no he asado ninguno, todos han ido a parar a un buen perol, donde con el azúcar han cocido hasta que su chup chup volcánico empezaba a ser peligroso. Ahora está en porciones envasadito al vacío.

Cuando empecé a preparar esta entrada no sabía muy bien como iba a terminar, tan solo tenía muy claro que llevaría patatas confitadas, ni siquiera había decidido como cortarlas hasta que vi mi carne, la mía no, la del membrillo, y claro lo uno lleva a lo otro, en fin, que todo es empezar.

Simplemente añadir que no tiene ninguna dificultad, que queda muy rico y que se puede tener preparado con antelación y gratinarlo antes de llevarlo a la mesa.

Los ingredientes:

- Patatas cortadas en rodajas generosas (de 1cm +)
- Ramita de romero
- Sobrasada a ser posible mallorquina
- Membrillo
- Queso cheedar (o similar)
- Aceite de oliva
Lo más lento es confitar las patatas, pero es de esas cosas que dejas al amor de la lumbre y que se hagan ellas solitas.

Yo las pongo normalmente en un cazo amplio con aceite suficiente para que las cubra, cuando está caliente añado las patatas que no habré pasado por agua, tan solo estarán cortadas y bien secas con un paño limpio o papel de cocina. No es necesario salarlas. Y con el romero, ahí todo junto, que se haga a fuego lentísimo, casi que se cuezan pero que no se rompan. Las saco del aceite y las seco un poco por cada lado, con cuidado.

Y ya simplemente montar la “empatatada” con el resto de los ingredientes, algo que voy haciendo directamente sobre la fuente donde irán, algo más tarde, al horno.

Patatas con sobrasada, queso y membrillo


Rodaja de patata, capa de sobrasada y capa de membrillo, encima otra rodaja de patata. Por encima generosa capa de queso rallado y listo. Al horno a 180º, fuego arriba y abajo, se tienen que calentar a la vez que se funde el queso.

Patatas con sobrasada, queso y membrillo

Para servirlas he puesto encima de cada una de ellas un poquito de cebolla también confitada y un hilillo de aceite de oliva mezclado con el propio que ha soltado la sobrasada en la bandeja del horno.

Patatas con sobrasada, queso y membrillo

Debo añadir que, cuando hago tan pocas fotos, aparte de la sencillez de este bocado, suele ser por mi falta de confianza en el resultado de lo que estoy preparando hasta que la cámara dice "dale una oportunidad". Se la doy, hago dos fotos y me digo; es todo por hoy.