27 de septiembre de 2011

Calabacín con queso sabe a beso

Calabacita rellena


A mediados de agosto me trajo Javi un hermoso y redondo calabacín, porque aunque no lo parezca, es un precioso “calabacín verde de Niza”, y se que lo es porque lo he buscado en mi Larousse Gastronómico, que pija soy, pensando que era un zapallito, y no, resultó que realmente era y es un calabacín, eso sí, con su nombre propio pero calabacín al fin y al cabo, total… sólo hay unas 849 especies más de plantas, esta hace la 850.

La cuestión es que quería hacer algo que no fuera una crema de calabacín, aunque tan solo fuera por su forma ya merecía la pena buscarle un final algo diferente, y que queréis que os diga, que siendo una auténtica enamorada de la sopa de cebolla gratinada, plato que me entusiasma, pensé en sustituir gran parte de la cebolla por la carne del calabacín y ahora sé que no se me pudo ocurrir nada mejor para esta hortaliza de la familia de las corcubitáceas, no me digáis que no tienen un nombre precioso.

Aunque esta sopa es muy sencilla de elaborar, pero también con diferentes formas de preparación, voy a ver si soy capaz de no perderme en la explicación.

Los ingredientes:

- El calabacín, en limpio unos 300gr +
- 2 cebolletas (150g aproximadamente)
- 50g de mantequilla
- ½ litro de caldo de verduras
- 20ml de salsa de soja
- Sal y pimienta
- Pan de baguette
- 100g de queso Comté
- Un chorrito de aceite


Por supuesto que se puede sustituir esta variedad de calabacín por la más común que encontramos en nuestros mercados, por lo menos en el mío, donde las variedades suelen ser, calabacín verde, calabacín verde y calabacín verde.


01-ingredientes


Lo primero que hice fue corta la “tapa” y vaciar el cuerpo de la “cazuela” con cuidado para no romper ni lo más mínimo. Retirar las pipas gordas, que al ser tan tierno y fresco tenía pocas. Javier lo había pescado esa misma mañana antes de venir a trabajar.


cebolla, calabacin...


Las cebolletas cortadas en juliana, junto con la mantequilla, a pochar a fuego lentísimo.


sofreir


Pasados unos 15’ añadí la carne del calabacín, salpimenté y dejé hacer otros 35’ más o menos sin abandonar el fuego lento, lento.


ya sofrito


Cuando está prácticamente deshecho subo la temperatura y dejo que se caramelice un poco pero ¡CUIDADO! que no se queme. He dicho caramelizarse y no para volcar en una flanera.

Corto el pan en rodajas finas, 9 he necesitado, reparto la carne de calabacín con cebolla sobre cada una de ellas y por encima un poco de queso rallado y las voy poniendo dentro de la “calabazuela”.


montaje


Mezclo la soja con el caldo de verdura y lo vuelco con cuidado dentro de la calabazuela, por encima una generosa capa de queso.


caldo, soja el caldo


Le pongo su tapa y lo coloco en una cazuela de barro, de las de verdad, por encima un hilo de aceite para que no se queme el fondo y listo para ir al horno a 180º durante unos 40 minutos más o menos.


tapar y al horno ya cocida


He puesto una ración en un cuenco de barro para que veáis que se puede hacer perfectamente con calabacines normales, no queda tan "aparente" pero el sabor sigue siendo exactamente el mismo.


sopa de calabaza


Además, este plato, me viene que ni pintado para enviarlo al primer concurso de Elena. Espero que le guste, y aunque no gane nada de nada, me encanta saber que en la escuela de Hostelería lo van a elaborar.


Calabacita rellena


Javier, mil gracias por compartir tu huerta conmigo, no sólo espero… sé… que no será esta la última vez ;)

15 de septiembre de 2011

Higos Ali



Esta receta es tan sencilla y fácil que si no fuera por agradecer este regalo probablemente no la publicaría. ¿Por qué digo esto? Porque tengo la suerte de disfrutar en más de una ocasión de los frutos de las huertas de mis compañeros de trabajo, como estos higos de Alicia. Tan monos ellos, negros, pequeños, redonditos…


los higos


La verdad es que cuando les vi en un platito con un cartel que decía algo como “están sin lavar…” que maja, intentando evitar infecciones, seguro que no pensó que igual alguno estaba interesado ;). El caso es que subí a decirle que me iba a llevar unos cuantos para prepararlos con jamón y fue estupendo, porque no me llevé unos cuantos, me llevé un montón.

Fue un rato estupendo, si tenemos en cuenta los comentarios que iba haciendo Joaquín, y no precisamente sobre los higos pero, lo siento, no los puedo hacer públicos, igual se enteran terceras personas y la tenemos. Pero conste que no eran malos ni dañinos, que no estaba faltando a nadie el respeto, para nada, ni de lejos… lo dejo a la libre imaginación de cada uno.

¡Que carne!


Es una variedad que no había comido antes, es más, no pude hacerlos exactamente como le había dicho a Alicia y a José Manuel (también a Joaquín, aunque lo que menos le interesaba en ese momento eran los higos), porque son como muy, como diría yo, líquidos… vale, no es esa la palabra exacta para definirlos, lo que quiero decir es que mezclados con el jamón quedaban como si les faltara algo más para que aquello “ligara un poco” y al final ligó.


Utilicé:

- Los higos de Alicia
- Jamón serrano
- Nueces
- Queso cremoso (yo Cebreiro)
- Mermelada de mandarina (valdría cualquier otro sabor)
- Miel de Galicia
- Paté de pato
- Aceite
- Reducción de PX
- Vinagre de Módena.


Dicho así parece una barbaridad y carísimo, pero nada más lejos de la realidad, ya que de cada cosa hace falta poquísimo.




En un principio tenía pensado vaciar los higos, previamente cortados a la mitad y rellenarlos, pero resultó que la piel era áspera y algo dura, aun así preparé un par de ellos de esta forma pero sin comernos el “recipiente”.


la mezcla


Tenía la carne de los higos que había vaciado para rellenar, más las dos lonchas de jamón bien picadas y un poco de miel ya mezclado, y fue aquí cuando me pareció que aquello quedaba demasiado ligero, pero si tenemos en cuenta que no era un puding y no podía añadir pan para espesarlo, decidí incorporar unas nueces troceadas que aunque no absorben si tiene unos recovecos muy útiles para estas ocasiones.




Con esto rellené tan solo dos higos. Con el resto hice una especie de quenellas que fui colocando sobre unas pequeñas tostadas de pan con pasas que previamente había salpicado con aceite de oliva virgen extra y un poco de queso de Cebreiro. Reservé.


flor de higo


Los otros higos ya pelados y cortados a gajos pero sin llegar al final los puse sobre unas cucharitas, en el centro una pequeña porción de paté y otra de queso, encima una pizca de mermelada de mandarina.


pan con queso...


Por encima de todos ellos un hilo de aceite, sobre la mitad de ellos unas gotas de reducción de PX, en la otra las gotas fueron de vinagre de Módena.




Un aperitivo de lo más apetitoso, sencillo, rápido y muy vistoso.

Gracias Alicia por esos ricos higos que hemos disfrutado a tu salud, sin olvidar el buen rato de risas que nos pasamos con Bond… Joaquín Bond ;)

11 de septiembre de 2011

Cacharritos

Plum Cake Tescoma


Hoy toca jugar a los cacharritos ¿Qué por qué digo esto? Muy sencillo…

Me he permitido disfrutar de lo lindo con una parte del envío de Tescoma, sí, una parte, porque el valor del regalo del Concurso de cocina Tescoma-PepeKitchen era de 100€, y por suerte para una servidora, a D. PepeKitchen le gustó mi comtestrudel.

No he tenido tiempo para utilizar todo lo recibido, poco a poco os iré contado los resultados, aunque hoy no he podido resistirme a enseñaros este plum cake con pasas, nueces y ciruelas, que ha quedado estupendo en uno de mis nuevos moldes.


Plum Cake Tescoma


Lo importante de hoy era compartir los cacharritos que pedí. Hay tantos que me pasé media tarde decidiendo con que me quedaba, me gustaba todo.

Francamente, estoy encantada con mi regalo y muy agradecida a Tescoma y por supuesto a Pepe, sin el, mis nuevos cacharritos no formarían parte de mis juegos.


Plum Cake Tescoma


Por cierto, el plum cake delicioso.