27 de noviembre de 2013

Banana loaf de Bea Roque

el-corte

Hace unos días, para ser más exacta, el 24 de octubre, pude, por fin, dar un abrazo con besos a una amiga después de tantos años sin conocernos. Me explico: sin conocernos, en directo, porque llevamos siete años disfrutando de nuestra amistad por internet.

No tengo palabras, o sí, pero no sé cómo ordenarlas para explicar lo que supuso ese encuentro. Sólo diré que la alegría fue mutua.

No seré yo quien descubra ni a ella ni a su blog. Ahora bien, Bea es la única culpable de mi pasión por las galletas de mantequilla y por ese red velvet que ya forma parte de mis bizcochos favoritos y que siempre termina convertido en una tarta maravillosa.

Su libro me parece espectacular, tener a mano tanta información es fantástico. Que  forme parte de mi librería gastronómica… bueno, diré la verdad, aún no está en ninguna estantería, sigue formando parte de ese grupo de elegidos que tengo encima de la mesa, pero repito, que forme parte de mi librería no es suerte, es un lujo.

libros-en-mi-mesa

La receta de hoy es su banana loaf  (cake de plátano). Ni por un momento dudé que ésta era la primera que quería hacer. Enseguida vais a descubrir el porqué.

Con permiso de mi amiga, me permito copiar la receta tal cual está en el libro, perfectamente explicada para construir esta delicia.

- 175g de mantequilla
- 300g de harina
- 2 cucharaditas de polvo de hornear
- ½ cucharadita de bicarbonato sódico
- ¾ de cucharadita de sal
- 250g de azúcar
- 3 huevos de tamaño L
- 350g de puré de plátanos maduros (3 o 4 plátanos grandes)
- 20g de nata fresca
- 75g de pepitas de chocolate
- 75g de nueces cortadas en trocitos

Engrasar con aceite o con espray especial el molde de cake alargado de 23cm.

Precalentar el horno a 175º C.

Tamizar juntos la harina, el bicarbonato sódico, el polvo de hornear y la sal, y reservar.

Batir la mantequilla y el azúcar hasta conseguir una mezcla que haya blanqueado y que sea esponjosa.

Añadir uno a uno los huevos, ligeramente batidos, y batir a velocidad baja. No agregar el siguiente hasta que el anterior esté totalmente integrado.

Incorpora el puré de plátano y batir.

A velocidad baja, añadir un tercio de la mezcla de la harina y batir. Adjuntar la mitad de la mezcla de la nata y continuar alternando los ingredientes, terminando con la harina.

Añadir las pepitas de chocolate y las nueces a mano con una espátula de silicona hasta que queden uniformemente incorporados.

Verter la masa en el molde que tenemos preparado y hornear entre 60 y 70 minutos o hasta que, al pinchar con un palito, este salga totalmente seco.

Sacar del horno y dejar reposar dentro del molde durante 10 minutos. Pasado este tiempo, desmoldar y dejar enfriar totalmente sobre una rejilla.

Un delicado bizcocho al que no puedes resistirte, lo que conlleva mucho peligro, me refiero a esa dichosa línea que se pasa media vida preocupándonos… o no?

enfriando

Antonio, fue un placer conversar contigo, tan solo un ruego ¡Veniros para los madriles! 

19 de noviembre de 2013

Croquetas de frutos secos. Nueces y pipas


Croquetas de frutos secos. Nueces y pipas

Croquetas de frutos secos. Nueces y pipas


Las croquetas y yo, nos queremos. Cualquier cosa que les ponga les sienta bien.

Las de hoy me parecen una tapa interesante. Sobra un poco de bechamel con cuerpo ¡ni se te ocurra tirarla! ¡Croquetas!

Puede pasar, como a mí en este caso, que no tenga nada con qué vestirlas…

¡Frutos secos!

Sí, pipas de girasol, de calabaza, nueces picaditas y alguna que otra semilla de ajonjolí.

Las pipas, troceadas un poco y el ajonjolí tal cual y listo para añadir a la bechamel, mezclar y dejar enfriar.

Le doy forma a las croquetas con dos cucharillas de café, pasándolas tan solo por un poco de pan rallado, el justo para poder formarlas y que no se me peguen en las manos.


Croquetas de frutos secos. Nueces y pipas

Ahora preparo una pasta, o mejor dicho, una crema con harina, leche y sal.

Y tan solo queda pasar las croquetas y freírlas en abundante aceite caliente. Dejo escurrir sobre papel de cocina y listas para disfrutar.

Croquetas de frutos secos. Nueces y pipas

Un abrigo estupendo que también me sirve para hacer el soporte para esta tapa.

Uso trozos de pimiento verde que también rebozo en la crema y a la sartén.

Croquetas de frutos secos. Nueces y pipas


Para servir coloco un trozo de pimiento, una pizca de mayonesa de wasabi con un toque de salsa teriyaki y encima la croqueta.

Sorprendentemente se han ganado un puesto de honor dentro de mis entradas favoritas.

Espero que os gusten.


Croquetas de frutos secos. Nueces y pipas



17 de noviembre de 2013

Tiramisú de "viajes y recetas"

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En la cocina de mis amigas hoy toca pasear por la cocina de Laura del blog viajes y recetas ( viajes a través de las culturas y los sabores) es un gusto, su cocina es sencilla, porque ella la hace sencilla con sus perfectas explicaciones. Hay mucho dulce, como ella, pero también pasta, mucha pasta rica rica. 

Hoy no he tenido dudas en elegir, ha sido fácil, porque su tiramisù, que he tenido la suerte de probar, es una auténtica delicia que merece la pena probar.

Laura cuenta que creía  que era típico de la región de la Toscana pero investigó y descubrió que era originario de la región del Veneto, para ser más exactos de la provincia de Treviso.

Algo que yo no sabía es que el tiramisù clásico es redondo y no lleva alcohol, de este modo podían disfrutarlo los niños. Tampoco sabía que el licor más utilizado en Italia es el Marsala.
Copio y pego la receta del delicioso tiramisú de mi amiga Laura.
Ingredientes (para 8 personas)

- 400 gr. de bizcochos de soletilla
- 500 gr. de mascarpone
- 4 yemas de huevo
- 100 gr. de azúcar
- 6 tazas de café (teniendo en cuenta que son las tazas italianas de espresso y el café hecho en la cafetera -      italiana o moka)
- Cacao en polvo

Preparación
Lo primero que tenemos que hacer es preparar el café, lo ponemos en un bol para que se temple, mientras preparamos la crema de mascarpone con las 4 yemas de huevo, las unimos con el azúcar y las batimos hasta que tengamos un compuesto claro y cremoso. Incorporamos poco a poco las yemas al mascarpone y removemos hasta que todo quede bien amalgamado. Ya tenemos lista la crema del tiramisù.
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Cogemos una bandeja que sea lo bastante profunda para poner tres capas, si es de cristal mejor. Mojamos un bizcocho y lo colocamos en la bandeja, seguimos haciendo esto hasta que rellenemos la base de la bandeja, después echamos por encima la crema que habíamos preparado con el mascarpone,  seguimos haciendo lo mismo hasta que tengamos tres capas de bizcochos y de crema de mascarpone.
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Terminamos con la crema de mascarpone, espolvoreamos por encima el cacao en polvo y lo ponemos en el frigorífico para que se compacte. El tiramisù se come frío, para que tenga la consistencia y la temperatura adecuada tiene que haber estado por lo menos dos horas en el frigorífico.
Laura, tu tiramisù es rico no… lo siguiente. 

No dejéis de visitar su blog  viajes y recetas, iréis descubriendo que no todo se reduce a dulces y pasta, hay más, muchas más cosas que mirar, leer, y sobre todo, pasar un buen rato.

En este juego titulado "En casa de mis amigas" participamos los blogs:

casa tere
la cocina de mar
food morning

Y yo misma ;) 

11 de noviembre de 2013

Palitos de queso con pimentón

templados-o-frios

Más tiempo libre… ¡Peligro! Más tiempo para la cocina... qué le vamos a hacer.

Más tiempo para preparar esas pequeñas cosas que siempre he querido hacer y para las que no encontraba tiempo. Igual es que tampoco lo buscaba y las iba guardando en la recámara esperando que llegara ese bendito tiempo.

La cuestión es que le tenía ganas a estos bastones, que me he permitido tunear a mi antojo. He sustituido curry por pimentón; ajonjolí en vez de semillas de amapola y he añadido tomate seco en aceite.

Bueno, bueno, bueno… el resultado es para hacerse un cucurucho de papel e ir comiendo como si fueran pipas, eso sí, salvando las distancias. Cuando llevas seis te das cuenta de que no son pipas, ni siquiera de calabaza.

Elaboración fácil hasta decir basta.

Los ingredientes:

- 120g de harina
- 1 cucharita de pimentón picante La Dalia (5ml)
- 50g de queso cheddar
- 50g de mantequilla y un poco más para engrasar
- 3 tomates secos en aceite
- pizca de sal
- 1 huevo + otro para pincelar
- semillas de sésamo

Tamizo la harina con la sal y el pimentón.


pimenton-picante

Añado la mantequilla y con la punta de los dedos la mezclo bien hasta que parezca pan rallado.

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Añado el queso y el huevo, y mezclo.  Ahora añado el tomate bien picado y termino de “amasar”, pero poco. Le doy forma de chorizo, lo envuelvo en film y lo guardo en la nevera para que enfríe un mínimo de 30 minutos. Lo tuve una hora.


huevo+queso

Mientras, enciendo el horno a 200º.

Estiro la masa dándole un grueso de 1cm aproximadamente. Corto tiras de unos 7cm. 

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Tiras que voy colocando en una placa de horno previamente engrasada con un poco de mantequilla.

Las pinto con huevo batido y dejo caer por encima unas semillas de ajonjolí.

Tan solo falta cocerlos. En mi horno 15 minutos han sido suficientes.

Los dejo enfriar sobre una rejilla y listo.

servir

No pude esperar a que se enfriaran, por eso puedo decir que en templado también están de muerte, y que la chispa que les ha dado el picante del pimentón ha sido un acierto.


Espero que os gusten.

3 de noviembre de 2013

Champiñón relleno con morcilla

emplatado

Hace unos días, al pedir mi fruta por teléfono, y decir… “no sé si me falta algo…”. Luis, el frutero, me respondió… “hay unos champiñones estupendos, son grandes pero buenísimos…” “Vale, mándame medio kilo…”.

Cuánta razón tenía, al verlos pensé que eran espléndidos para rellenar. Decidir el relleno fue fácil, tenía en casa esa maravillosa morcilla de autor que me traje de Burgos,  “Ciego” así la llaman, aunque fue “morcillón” como la denominó la señora que me contaba sus excelencias, y desde luego no necesitó insistir mucho para que me llevara dos hermosos ejemplares de casi un kilo cada una.

la-morcilla

Como dice en su etiqueta, su imagen es muy característica ya que para su elaboración se utiliza el ciego, tripa natural de cerdo que tiene una punta cerrada o ciego.

Ganadora de varios premios como la mejor morcilla de arroz de Burgos, y ahora, después de probarla lo entiendo, es sin duda la mejor morcilla de arroz del mundo mundial… de las que yo he probado.

Ingredientes:

- 8 hermosos champiñones
- Morcilla de arroz
- Carne de manzanas
- 100ml de nata líquida
- Aceite + sal

Después de limpiar los champiñones, que habría servido perfectamente para casita de fin de semana de cualquier gnomo que se precie, retiré el pie de cada uno de ellos y los reservé.

Los sombreros los coloqué en una fuente de horno untada con un poco de aceite y con una pizca de sal, y los puse a 180º durante 15 minutos. Pasado ese tiempo los pasé a una sartén amplia, añadí un poco más de aceite y los cubrí con la tapa de una olla para que no se escapara ningún aroma. Dejé que se hicieran a fuego mortecino otros 15 minutos más.

En otra sartén, con un poco de aceite freí la morcilla sin su “ciego” y después de escurrir el aceite que no necesitaba para nada, la reservé.

freir-morcilla

Los tallos los piqué muy menudos y los salteé con un poco de mantequilla. Añadí 200ml de nata líquida y dejé que cociera todo junto unos minutos. Trituré bien para conseguir una salsa que me serviría para napar los champiñones después de bien rellenos.

preparar-la-salsa

Todo listo para rellenar. Fuente de horno con el fondo bien untado con aceite de oliva virgen extra. En el fondo del champiñón, una cucharita de carne de manzana gallega (pretendí en su momento hacer mermelada con las manzanas que me regaló Yoli). Encima, una cantidad generosa de morcilla y por último, napar con la crema obtenida con sus tallos.

fondo-manzana

Tan sólo queda el momento calor del horno que estará a 180º y allí, hasta que estén bien calientes. No necesitan más cocción, todo está hecho.

la-salsa

Para servirlos, he puesto en el fondo un par de cucharadas de salmorejo, por encima un hilo de aceite y los champiñones a ocupar su puesto.

con-saslmorejo

Un acierto, sin duda, hacer pareja con el salmorejo, porque ha quedado un aperitivo-entrada de lo más aparente y desde luego rico.